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Microsoft nos aleja de Office… pirata!

El programa anti-Piratería de Microdoft Office acaba de activarse en España, Italia, Chile y Turquía. Con esta iniciativa, denominada OGA (Office Genuine Advantage), Microsoft pretende concienciar a los usuarios de las ventajas que tiene utilizar software original haciendo saltar molestos pop-ups al iniciarse sesiones de office que no hayan sido adecuadamente validadas on-line. Además, el OGA instala una estrella azul de 5 puntas en la barra de notificación. La intención de estos recordatorios no es, en ningún caso, la de impedir a los usuarios el acceso a sus documentos sino el ayudarles a que adquieran licencias legales de uso, según afirmó hace unos días Cori Hartje, directora de la Iniciativa de Software Genuino de Microsoft.

La empresa de Redmon ya utiliza desde hace años una herramienta similar (WGA) para atacar del mismo modo las copias ilegales de Windows. En el caso de Office, según el periódico independiente dMinorías, «los avisos seguirán 30 días, y si no se les hace caso, la apariencia del programa cambiara avisándonos siempre de que la copia es ilegítima. Así mismo, el acceso a la página oficial y las actualizaciones quedarán bloqueados».

El último informe presentado por Microsoft sobre distribución de software ilegal en España en 2006 confirma que el 37,7% del software vendido en España era ilegal; muy por debajo del 66% que se mantiene en latinoamérica -La Vanguardia-. El documento desglosa el índice de piratería por comunidades revelando que, mientras en Madrid esta práctica ilegal se ha reducido en más de 2 puntos porcentuales, en Andalucía se ha elevado casi un 15%, provocando que en el sur de España 1 de cada 2 programas sea ilegal. No obstante, como bien apunta el Diario de Sevilla, «el estudio no tiene en cuenta el software desarrollado por otras empresas y equipara software ofertado a software vendido». De cualquier forma, el resultado es desolador y ha sido uno de los detonantes de la implantación de urgencia del Plan de Protección del Cliente de Windows.

Leo en CiberSur, una entrevista hecha por J.M. Blanco Poley al Director de Desarrollo de Propiedad Intelectual de Microsoft, Txema Arnedo. En ella se revela que uno de los planes de la empresa de Redmon para 2010 es reducir un 10% la distribución de software ilegal y fomentar el uso de programas originales. Para ello, han decidido poner en marcha las siguientes iniciativas: el Plan de Protección del Cliente de Windows, la Gestión de Activos de Software (SAM), el Comprador Misterioso y la Plataforma de Protección de Software (SPP).

Desde mi punto de vista (aquí viene lo más interesante y el motivo de este post):

La lucha contra el software pirata no debe ser una iniciativa sino una prioridad. Pero desde un punto de vista estratégico, considero que lo que pudo funcionar con las distintas versiones de Windows, no puede tener éxito con Office.

El Sistema Operativo Windows es una plataforma de trabajo insustituible para gran parte de los consumidores de software (usuarios y muy especielmente empresas) por el alto componente traumático de la radicalidad de un cambio. Esto hace que el usuario medio esté dispuesto a sacrificar su dinero por poder continuar usando algo que cree insustituible mientras que pocos, muy pocos, se atreven con los alternativos. En cambio, la fungibilidad de un programa que corre sobre un sistema operativo ya instalado es inmensa.

El usuario medio español reacciona muy negativamente a los mensajes de alerta que le «aconsejan» pagar por seguir haciendo lo mismo. Es psicológicamente como una amenza o como un «te hemos pillado, ahora ¡paga!». Estoy prácticamente seguro de que este mensaje leído por una persona con mentalidad germana o anglosajona se interpretaría de forma diferente -correcta-. El hispano, en cambio, optará por el camino más barato: la alternativa: Open Office (StarOffice).

El cambio no será inmediato y tampoco traumático. La razón es muy simple. Hay alternativa, se instala en minutos, es compatible con Microsoft Office, es relativamente similar, funciona igual y es gratuita. Si Microsoft desea importunarte a tí, usuario de Office, por un problema suyo de distribución, ¿por qué no probar Open Office? Y una vez probado, ¿por qué no quedarte para siempre si ves que es mejor y gratis?

De todas formas, siempre hay quien piensa que el camino más corto entre dos puntos es el patch.

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