Aviso de cookies (fijado en la cabecera debido a que algunos navegadores y extensiones ahora ocultan los banners): Al navegar por este sitio web, tus datos de conexión (IP) y navegación (URL) son obtenidos y mantenidos durante un máximo de 90 días exclusivamente para mantener la seguridad del sitio web a través de los servicios de cortafuegos y antivirus de Defiant Inc, prestador de servicios ubicado en EE.UU. con el que Pablo (responsable) mantiene un contrato de encargado del tratamiento. Puedes oponerte o ejercitar otros derechos, así como obtener más información consultando el aviso de cookies.
El contenido de este sitio web está basado en normas de España, salvo indicación expresa en contrario.

Construir una red social para las bibliotecas es posible

Con motivo de la celebración -el pasado martes- de la Sesión Técnica de Bibliotecas para la Comunidad de Madrid, tuve la oportunidad de compartir una jornada con documentalistas y bliotecarios de Madrid enormemente interesados por el fenómeno de la web 2.0.

Una de las mayores inquietudes que los bibliotecarios pusieron de manifiesto durante la jornada es el riesgo de aumentar aún más la brecha digital si basamos todo el sistema bibliotecario en plataformas web y web 2.0. Sin embargo, uno tras otro, los distintos ponentes de cada una de las mesas iban explicando al auditorio los motivos por los que dicho aumento no sólo no iba a producirse sino que la digitalización de los contenidos y las relaciones contribuirían a la paulatina desaparición de la misma. Por medio de la publicación digital de libros, el acceso remoto o la interacción usuario-biblioteca a través de la red, un mayor número de personas podrían acceder a los contenidos que ahora ofrecen las bibliotecas.

Los medios tradicionales de las bibliotecas no desaparecerán, pero se convertirán en simples alternativas al principal, el digital. Por tanto, la labor del bibliotecario se transforma de cara a los usuarios: pasa de un mero consejero literario a un verdadero educador de acceso a la cultura.

Una red social en el marco de las bibliotecas públicas es posible. Hace no mucho tiempo analicé junto con el documentalista Juan Miguel Olry, el fenómeno de las bibliotecas 2.0 en Alemania.  Según pudimos comprobar, hablando con Ulrike Mühlschlegel, Directora de la sección española de la biblioteca del Instituto Iberoamericao de Berlín, «por medio de herramientas web 2.0 como la sindicación, los wikis, la inclusión de tags y la creación de páginas y portales semánticos, se puede lograr la plena participación de los usuarios en la gestión bibliotecaria incentivando además la creación de contenidos por los propios lectores».

Sin embargo, he descubierto que demostrar al sector público, y más al de las bibliotecas, que las redes sociales son útiles, es como tratar de explicar a una comunidad de vecinos que las antenas de telefonía móvil son seguras. No así a los que acudieron a la jornada, que conocían su utilidad y querían analizar la mejor forma para ponerlas en marcha. El resto, en cambio, no se da cuenta, como bien me indicó Ildefonso Mayorgas hace un par de días, que las redes sociales han existido siempre: Todos tenemos un grupo de amigos , un vecindario, formamos parte de alguna asociación o somos parroquianos de algún bar o cervecería; todos tenemos una red social. Lo que pretendemos ahora es reflejarla -o replicarla- en internet para convertirla en más global, más permanente, más cercana y dotarla, en definitiva, de mayor utilidad.

Una red social de bibliotecas impulsaría la sociedad en red de los contenidos digitales y de la interrelación entre personas: sujetos con capacidad social que desean conocerse, saber con quién pueden compartir mesa de estudio, qué libros recomienda su grupo de discusión, cuáles son los últimos libros adquiridos por la biblioteca, cuál es la calificación que cada usuario ha dado a éstos… Si ahora cualquiera puede acceder a mi perfil de Last.fm para ver qué música escucho y encontrar coincidencias de gustos, ¿por qué no puedo hacer lo mismo con los libros que leo? Una red social de bibliotecas haría más sencillo el acceso a la cultura, crearía grupos de estudio y convertiría a la Biblioteca en un verdadero centro de referencia.

Debido a mi perfil de abogado, mi intervención en la Sesión Técnica de Bibliotecas para la Comunidad de Madrid se basó en los requisitos legales que una red social de bibliotecas debería cumplir, y en especial a la normativa aplicable en materia de privacidad. Dejo a vuestra disposición el material de mi ponencia:

Presentación: Habitualmente pongo aquí directamente la presentación, pero como el sistema que uso me está fallando, os remito directamente a la web en la que la tengo alojada, por si os interesa consultarla.

3 thoughts on “Construir una red social para las bibliotecas es posible”

  1. Pablo, gracias, abogado geek :-), por tu excelente aportación a la jornada de bibliotecas de reflexión sobre la web social. El nivel de todas las ponencias fue tan elevado que aún debo poner orden en todas las ideas lanzadas a lo largo de la misma.
    Aunque me permito diferir contigo sobre el uso de las redes sociales por parte de los bibliotecarios. Saben que tienen que estar en ellas, pero no saben a veces cómo, por ejemplo, sin perjudicar la privacidad de los usuarios. De ahí, el título de vuestra mesa:“Privacidad en las redes sociales: riesgos y oportunidades” compuesta por

    Ildefonso Mayorgas networker Thursday.es, Ícaro Moyano http://www.tuenti.com/, Roberto Heredia director general http://www.11870.com/, Pablo Fdz. Burgueño abogado http://www.abanlex.com/, Luis Cisneros abogado http://www.x-novo.com/

    Moderador: Emilio Márquez, networkingactivo

    Por motivos de agenda,Icaro de Tuenti no pudo asistir.

    Nos toca profundizar en cada tema.¿te apuntas¿ 🙂

    Elvira y María Luisa

  2. A mi lo que me parece genial es que profesionales de sectores distintos al bibliotecario aporten su punto de vista sobre la oportunidad que, las redes sociales, las tecnologías y los comportamientos ante la información de las nuevas generaciones, ofrecen a nuestro sector de bibliotecas. Siempre hemos pecado (los bibliotecarios) de falta de integración en la sociedad y falta de visibilidad, aunque en el caso de las públicas sea menos evidente, y ya es hora de que salgamos de nuestros «chiringuitos», y formemos parte de esas redes sociales (virtuales y presenciales) que se están estableciendo sin que estemos presentes y en las que se está debatiendo el futuro de todos.

  3. Espero ver muy pronto vuestra red social; y me tendréis ahí para apoyar vuestro proyecto en todo lo que os pueda aportar algo.

Comments are closed.

En caso de que deje un comentario, sus datos serán tratados por Pablo Fernández Burgueño con la finalidad de mantener publicado su mensaje hasta que decida suprimirlo. Tiene derecho a acceder, suprimir, rectificar los datos y otros derechos, como se explica en la política de privacidad
Ir al contenido