Este es un post sencillo, sin contenido jurídico relevante, escrito desde el encuentro «Sueñan las Máquinas con Leyes Electrónicas» organizado por DENAE en colaboración con ALTRAN, empresa especializada en innovación tecnológica.
El objeto del encuentro es analizar el estado de la ciencia y la forma en que la normativa debe aplicase para proteger a la industria y, lo que es más importante, a las personas de manera que no queden afectados negativamente sus derechos fundamentales.
Algunas cosas de las indicadas en este artículo las han indicado los ponentes y otras no pero las incluyo yo.
Realidad Virtual
Al comienzo del encuentro, responsables de Altran nos han permitido probar gafas de realidad virtual, enfocadas a la visualización de vídeos 360º.
«2017 será el año de la realidad virtual«, es como comienza Carlos Méndez, Responsable de Nuevas Tecnologías de Innsite – Altrán, al iniciar su exposición sobre «El futuro de la Realidad Virtual/Aumentada y Capturada».
Las gafas más asequibles son las que requieren la incorporación de un terminal móvil. Por ejemplo, las Google Cardboard y las gafas de realidad virtual de Samsung. Las de mayor precio incorporan sistemas que permiten ver las manos del usuario, que este pueda caminar o aquellas que miden los impulsos nerviosos del usuario para ajustar la realidad virtual al nivel de estrés del usuario.
La realidad aumentada permite ver la realidad con información virtual plasmada. Por ejemplo, puedes ver el salón de casa con elementos digitales sobre la mesa o corriendo por el suelo. La realidad aumentada tiene aplicación en el ámbito industrial: has cogido la herramienta adecuada o el horno está a temperatura adecuada.
La realidad capturada es la producción de espacios virtuales basados en espacios reales. Por ejemplo: visitar un museo real a través de la pantalla, como en los desarrollos relacionados con Google Art Project, o ver a un familiar sentado contigo.
Un ejemplo curioso que saltó a la palestra fue el de la plasmación de gestos faciales en la cara grabada de otra persona: una persona hace muecas y, en tiempo real, la cara de George Bush hace esas muecas. Una complejidad jurídica con la que nos encontraremos es la posibilidad que genera esto de defraudar o engañar en videoconferencias como aquellas que los bancos están comenzando a usar para identificar a los clientes (ver informe del SEPBLAC: «Autorización de procedimientos de identificación no presencial mediante videoconferencias«), como señaló el compañero Fernando Ramos, especializado en privacidad, Bitcoin y PBC.
Aprovechamos también a especular sobre el destino de los 1.340M$ entregados a Magic Leap por Google y otras grandes empresas.
Inteligencia Artificial
Raúl de la Fuente, Coordinador del Grupo Analytics de Altran y especializado en big data, explicó cómo aprenden los programas de inteligencia artificial, en su charla «Deep Learning Robot, aplicación de las nuevas técnicas de reconocimiento del lenguaje natural y visión artificial en robótica».
El machine learning es un 99% de trabajo humano. Lo explica el siguiente ejemplo: cuando un robot intenta aprender a reconocer un objeto determinado, lo trata de identificar, pero no logra individualizarlo correctamente del entorno, por lo que requiere de la ayuda del ser humano para señalar los límites y otorgarle capacidad para discernir.
A partir de 2020, será preocupante el aumento de la capacidad de procesamiento de datos de los programas de inteligencia artificial unida a la velocidad de aprendizaje de las máquinas. ¿Y si llegan a aprender demasiado? ¿Tendrán conciencia, entendida de forma objetiva? ¿Dejará de ejecutar acciones en caso de que sus procesos vayan a dañar injustamente (desde la perspectiva humana) derechos de terceros?
Leyes para los robots
Andy Ramos, del bufete Bardají & Honrado, trata en su charla sobre las normas aplicables a las actividades realizadas por robots.
Uno de los temas que más tiempo de debate exigió es el clásico dilema del tren, solo que en lugar de usar un tren en el ejemplo del encuentro se usó un coche.
También se habló de los robots con forma humana a lo que se incorporan programas de inteligencia artificial (como en RealDoll) y los vínculos sentimentales que se están creando entre humanos y programas de ordenador.
Hay más presentaciones, como la de Raúl Rubio (de Baker & McKenzie), sobre drones, y de Alejandro Sánchez del Campo Redonet (de Telefónica), con preguntas jurídicas, pero hasta aquí llega la batería del portátil y, por tanto, el post de hoy.
Espero que el post os haya resultado interesante.
2 thoughts on “La humanidad debería temer a la inteligencia artificial realmente inteligente”
Comments are closed.
En caso de que deje un comentario, sus datos serán tratados por Pablo Fernández Burgueño con la finalidad de mantener publicado su mensaje hasta que decida suprimirlo. Tiene derecho a acceder, suprimir, rectificar los datos y otros derechos, como se explica en la política de privacidad
Muy interesante Pablo!
Es un tema que he hablado muchas veces con mis colegas… cada vez nos acercamos más a todas estas novelas o peliculas de ciencia ficción… los replicantes de blade runner… skynet… matrix… teniendo en cuenta que siempre se ha dicho que la realidad supera a la ficción es algo de lo que debemos preocuparnos jaja
Ya has ganado mi atención con la referencia a Philip K.Dick «Do Androids Dream of Electric Sheep?»…
Me alegro de haber tenido un profesor en el rollo «friki» que a mi me gusta… y sobre todo en el mundo del derecho! Nunca había visto la relación pero tu me has mostrado que puede darse ese caso y encima de manera exitosa.
Un abrazo! Espero que te vaya todo muy bien, que seguro que así sera!
Hola, Guillermo:
Es un tema que, aparente y afortunadamente, nos pilla un poco lejos, aunque tampoco tanto. Estamos en la fase de reflexionar cómo nos gustaría que fuera aquello que creemos en el futuro. Me alegro de que lo encuentres interesante.
¡Seguimos en contacto!