El dni-e añade a la habitual acreditación física una identidad digital que permite una identificación segura a través de Internet. Así, el ciudadano con el dni-e podrá identificarse y firmar documentos en sus relaciones con la Administración, con empresas y con otros ciudadanos con el único requisito de tener un ordenador con acceso a Internet y un lector de tarjetas.
El dni-e contiene dos certificados: de autenticación y firma respectivamente, para realizar ambas operaciones de forma independiente. Asimismo almacena en su interior únicamente los datos que están impresos en la tarjeta . No contiene ninguna otra información relativa a datos personales ni de cualquier otro tipo (sanitarios, fiscales, tráfico, etc.).
La seguridad y confianza del dni-e viene avalada por una parte, por la participación en su creación de expertos de la Dirección General de Policía, del Centro Criptológico Nacional y del Director de la Agencia de Protección de Datos; y por otra parte, por el marco jurídico español que garantiza el mismo valor a la firma con el dni-e respecto a los datos consignados en forma electrónica que la firma manuscrita en relación con los consignados en papel.
La Administración General del Estado, impulsora de este proyecto, proporciona actualmente 234 servicios online para su acceso mediante el dni-e, proporcionando:
– Ahorro de tiempo y papel
– Mayor eficiencia
– Realización de trámites sin desplazarse a la oficina correspondiente.
– Una mejor atención presencial al ciudadano gracias a la reducción de colas
– Reducción de los errores en los datos de entrega gracias a las validaciones de los datos online.
Una vez puesto en marcha el dni-e por la Administración, es el momento de la participación e impulso del sector privado con iniciativas como la de CajaMadrid – permitiendo la realización de operaciones en los cajeros automáticos con el dni-e – ampliando los servicios y operaciones disponibles para este nuevo modo de interacción en la sociedad y en la economía, que supone el dni-e.
Para ello se necesita de forma paralela alcanzar una masa crítica de usuarios de dni-e que utilicen y demanden los nuevos servicios para ver el verdadero efecto del dni-e en la sociedad española.
Se está avanzando en la consecución de ambos requisitos por lo que cabe esperar un prometedor futuro para la Sociedad de la Información en España, al frente de la cual se sitúa la Administración Electrónica, auténtico motor de esta nueva revolución con el soporte de las TIC.
Fernando Peñín Ramírez